A fin de conmemorar el Día Mundial de la Alimentación, SUCO organizó el pasado jueves 17 de octubre, un seminario web de expertos y expertas acerca del tema de los sistemas alimentarios sostenibles, en el marco de la segunda edición de estos paneles.
Éste es el primero de una serie de cuatro paneles que serán organizados en diferentes momentos del año a fin de subrayar la experiencia de SUCO en términos de resiliencia frente a los cambios climáticos, los sistemas alimentarios viables y en materia de derechos y participación de las mujeres en las comunidades de África Occidental, América Latina y el Caribe.
El evento fue organizado en asociación con el Taller futuro de la seguridad alimentaria (Chantier d’avenir en sécurité alimentaire) de la Universidad de Laval, cuya misión es promover la concepción y el desarrollo de sistemas alimentarios más inclusivos. La seguridad alimentaria se logra cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso económico, social y físico a una alimentación suficiente, segura y nutritiva que satisfaga sus necesidades nutricionales y sus preferencias alimentarias, a fin de permitirles llevar una vida sana y activa.
¿Cuáles son los desafíos relacionados con los sistemas alimentarios en 2022 en Quebec, en Canadá y a nivel internacional?
Según Jean-François Bissonnette, geógrafo y profesor de agrosilvicultura de la Universidad Laval, la mundialización hace que el aprovisionamiento alimentario sea complejo y puede contribuir a la vulnerabilidad de algunos actores y actrices sociales. En Quebec, el monocultivo es a la vez una fortaleza y una debilidad. En este sentido, las prácticas intensivas y estandarizadas contribuyen a la vulnerabilidad de los sistemas alimentarios
Para continuar, la Sra. Marielle Hirwa, ex pasante de SUCO en Honduras, explica el impacto de la inseguridad alimentaria en Canadá. En este país, 5.8 millones de personas sufren de inseguridad alimentaria y de hambre. Esta inseguridad alimentaria se deriva de condiciones económicas y sociales desiguales. Además, la inflación mundial de +9,8% en el último año, exacerba aún más la precariedad de los más vulnerables. Finalmente, el cambio climático está directamente relacionado con la inseguridad alimentaria.
A nivel internacional, la Sra. Geneviève Talbot, Encargada de programas del polo África y Medio Ambiente de SUCO, señala que las problemáticas son similares. Hay suficiente comida para alimentar al planeta, pero ¿qué sucede en cuanto a la distribución de los alimentos? La Sra. Talbot explica que hay diferentes sistemas alimentarios y que coexisten dos modelos. Por una parte, los sistemas alimentarios territorializados y por otra, los modelos más industriales. Los sistemas alimentarios son así multiformes y se deberá lograr una igualdad de fuerzas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en particular el ODS 2: “Hambre cero”.
¿Quiénes corren el mayor riesgo de ser excluidos(as)?
Para la Sra. Raoudath Bouraïma, ingeniera agrónoma y Presidenta de la organización Los Jardines de Esperanza (Les Jardins de l’Espoir) en Benín, todos(as) deben ser escuchados(as), especialmente las personas marginadas. Todos los actores y actrices de los sistemas alimentarios deben movilizarse para cerrar así las brechas y reducir las disparidades. Para la Sra. Bissonnette, el apoyo es inadecuado para las producciones a pequeña escala. Es necesario cerrar la brecha entre los pequeños agricultores y los agricultores altamente industrializados a fin que todos alcancen el punto de equilibrio.
¿Qué papel desempeñar para no dejar a nadie al margen?
Para no dejar a nadie al margen, es necesario modificar las políticas a fin que éstas respondan mejor a los hábitos alimenticios y al contexto de la población. Así, necesitamos una visión renovada, un movimiento social y justicia social. A nivel de las universidades, generadoras de saberes y conocimientos, es necesario promover principios y prácticas endógenas y considerar la multifuncionalidad tanto de la agricultura como la de la biodiversidad. A nivel de políticas, todo el mundo tiene un rol que desempeñar a fin de no dejar a nadie al margen. Algunas veces, la solución es amplificar la voz de las personas más vulnerables.
Canadá debe aprender de las buenas prácticas del Sur Global
Los Jardines de Esperanza, en Benín, es una iniciativa que involucra concretamente a las y los consumidores. De hecho, los Jardines de Esperanza aseguran un suministro de alimentos que identifica las opciones, las preferencias y los hábitos alimentarios de las y los consumidores a través de la agroecología, la soberanía alimentaria, la transmisión de saberes y conocimientos por medio de la formación y el intercambio de conocimientos. Esta iniciativa constituye una solución participativa, a través de una red solidaria, que permite influir positivamente en las personas a fin que tengan una alimentación sana a través de los derechos y la participación.
¿Vamos en la dirección correcta?
Según nuestros panelistas, ¡la transición está en marcha y es portadora de esperanza! La seguridad alimentaria es mundial y todas y todos deben involucrarse para romper las barreras. Necesitamos un esfuerzo de movilización y la toma de conciencia. Es necesario además que las políticas implementadas sean orientadas en un proceso participativo y colaborativo con el objetivo de tener sistemas alimentarios sostenibles y más resilientes, cuya distribución económica sea igualitaria.
Posibles soluciones
Para concluir este panel de expertos y expertas, se discutieron posibles soluciones para hacer que los sistemas alimentarios sean más viables. La autosuficiencia alimentaria sería una pista de interés. Sería necesario pensar además en la diversidad alimentaria, así como en los circuitos cortos y locales. Los sistemas alimentarios deben ser considerados de manera multidimensional, plural, diversificada y sostenible. Debemos capitalizar las buenas acciones y permitir que las personas marginadas se apropien de éstas.
Para no dejar a nadie al margen, ¡todos debemos participar!