Por Xavier De Briey, colaborador especializado en gestión de proyectos.
“Nunca hubiese creído que la construcción de este invernadero generaría tanto entusiasmo en esta comunidad de mujeres. Ya han empezado a ejecutar el proyecto en sus propias tierras. ¡Es increíble!”
Peru
En noviembre de 2022, la FENMUCARINAP, organización nacional de mujeres campesinas, artesanas, asalariadas, indígenas y nativas de Perú, puso en marcha un proyecto para construir un walipini y un banco de semillas en la comunidad de La Merced. Esta comunidad está situada a más de 3.000 metros de altitud, en la región peruana de Huánuco.
La idea de esta iniciativa era ofrecer una solución sostenible al problema de las heladas en los cultivos, que impiden la producción de hortalizas y tubérculos en invierno y que están aumentando en duración e intensidad como consecuencia del cambio climático.
Siendo un proyecto ya probado con éxito en Bolivia, el walipini, un invernadero semisubterráneo, aprovecha el calor interno del suelo para mantener una temperatura interior propicia para el crecimiento de los cultivos en invierno. Al mismo tiempo, la creación de un banco de semillas pretende garantizar la conservación de las semillas autóctonas y potenciar así su uso para mantener y difundir estos conocimientos tradicionales, que desgraciadamente tienden a desaparecer en favor de una agricultura inadaptada al clima local, mediante el uso de semillas comerciales modificadas genéticamente.
El proyecto fue financiado por SUCO, una organización canadiense de cooperación internacional, y ejecutado por 25 mujeres de FENMUCARINAP de diferentes edades. Además de la financiación aportada, SUCO puso a disposición una serie de voluntarios especializados en gestión de proyectos, comunicación, medio ambiente e igualdad de género, para apoyar la ejecución del mismo. Fue conmovedor ver el compromiso y el orgullo con que estas mujeres se han volcado en este proyecto, y la forma en que han demostrado su liderazgo.
El walipini y el banco de semillas ahora construidos están siendo administrados y utilizados para uso comunitario y, a largo plazo, los excedentes de productos agroecológicos se venderán en los mercados locales para garantizar el mantenimiento de la infraestructura.
El proyecto ha tenido tanto éxito, que los municipios vecinos están deseando adoptarlo para sus propias comunidades. Actualmente, se están manteniendo conversaciones con las autoridades locales de La Merced y otras zonas para reproducir y perpetuar este proyecto, añadiendo una dimensión educativa destinada a ofrecer más perspectivas profesionales en agroecología a los jóvenes, con la esperanza de retener a los jóvenes en sus pueblos supliendo la falta de oportunidades profesionales en las zonas rurales y garantizando así una próxima generación competente.
Fotos y video : Haydeé de La Paz Marroquín González
Este artículo fue producido con el apoyo financiero del gobierno de Canadá a través de Affaires mondiales Canada.